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Incertidumbre subjetiva y casualità
Imaginemos preguntarle a Mary Poppins cuál de los dos colegas médicos, el dentista o el neurólogo, tiene razón.
La pregunta crearía una especie de agitación basada en la incertidumbre interna; por tanto, las nociones de certeza e incertidumbre se refieren a estados epistémicos subjetivos de los seres humanos y no a estados del mundo externo, porque en ese mundo no hay certeza ni incertidumbre. En este sentido, como hemos mencionado, hay un mundo interior y un mundo exterior a nosotros mismos que no responden a cánones de incertidumbre, sino de probabilidad.
Mary Poppins puede estar subjetivamente segura o insegura de si sufre TTM o una forma neuropática o neuromuscular de OP: esto porque la "incertidumbre" es un estado epistémico subjetivo por debajo del umbral del conocimiento y la creencia; de ahí el término.
Incertidumbre subjetiva
Sin duda el término ‘subjetivo’ asusta a muchos, especialmente a quienes pretenden ejercer la ciencia persiguiendo el saludable ideal de ‘objetividad’, tal y como el sentido común percibe este término. Es, por tanto, oportuno hacer algunas aclaraciones sobre el uso de este término en este contexto:
- ‘Subjetivo’ indica que la evaluación de probabilidad depende del estado de información del individuo que la realiza.
- 'Subjetivo' no significa arbitrario
La llamada “objetividad”, tal como la perciben quienes están fuera de la investigación científica, se define cuando una comunidad de seres racionales comparte el mismo estado de información. Pero incluso en este caso, uno debería hablar más propiamente de "intersubjetividad" (es decir, el intercambio, por parte de un grupo, de opiniones subjetivas).
En los casos clínicos, precisamente porque los pacientes rara vez poseen nociones avanzadas de medicina, se debe considerar la incertidumbre subjetiva. Vivir con incertidumbre requiere que utilicemos un enfoque probabilístico.
Casualidad
La casualidad indica la falta de una cierta conexión entre causa y efecto. La incertidumbre de una estrecha unión entre la fuente y el fenómeno es uno de los problemas más adversos para determinar un diagnóstico.
En un caso clínico un fenómeno (como por ejemplo una maloclusión, una mordida cruzada, una mordida abierta, etc...) se asocia aleatoriamente con otro fenómeno (como la degeneración ósea de la ATM); cuando haya excepciones para las que la proposición lógica no siempre sea verdadera (pero lo es la mayor parte del tiempo), diremos que la relación no siempre es cierto, pero es probable.